25 julio 2006

Día 2 por la tarde - Barrio Alto, Chiado y Carmo

Al salir del elevador de Santa Justa está el Convento del Carmo, que fue parcialmente destruido en el terremoto de 1755 y que actualmente es el museo arqueológico de Lisboa. Creo que este convento representa el espíritu de Lisboa: las paredes y el techo están casi caídos, pero dentro hay una vida cultural burbujeando... ¿Cuántos teatros hay en el Chiado? ¿Cuántas casas culturales o museos? Y casi todos en edificios que necesitarían una mano de pintura... (suspiro)

Continuando el paseo por el Barrio Alto, la primera parada obligatoria es la cafetería "A Brasileira"; es inconfundible porque tiene una estatua de Fernando Pessoa (ideal para fotos turísticas), pero lo importante es tomarse un café tranquilamente... Aquí fue nuestro primer encuentro con los pasteles de nata.

Luego, como no, ruta por los distintos miradores, con sus respectivas cuestas y sus imágenes impresionantes, algunas de la ciudad coronada por el Castelo de San Jorge, otras dominando la desembocadura del Tajo... Irresistible.

Antes de continuar con mi relato, una clase de geometría: la cuadratura del círculo es imposible, y las proyecciones de una esfera en un plano, imperfectas. ¿A qué viene esto? Pues muy sencillo, Lisboa es la ciudad de las siete colinas, es decir, que los planos engañan: las calles que parecen paralelas en el plano, en realidad se cortan.

Después de disfrutar de la puesta de sol en el mirador "", decidimos subir al de San Pedro de Alcántara. Por desgracia estaba en obras, pero ya que estábamos en lo más alto, decidimos ir al parque del príncipe. Como estábamos relativamente cerca, nos salimos un poco del circuito turístico para visitar la Asamblea, un palacio relativamente moderno y muy bonito. El problema vino al volver: el camino de vuelta era cuesta arriba, pero no encontrábamos otro camino para salir de allí, las calles del plano y de la realidad no coincidían.

Resuelto el problema de volver sobre nuestros pasos, la cena. Nuestra premisa para elegir sitios, gracias a los consejos de Rafa Plata, era fácil: si tiene la carta en varios idiomas, no entramos. En realidad esto es muy difícil, porque casi todos están en portugues y en inglés, pero lo importante es evitar aquellos que tienen la carta en 4 o 5 idiomas. Cerca de San Pedro encontramos un pequeño restaurante, familiar y sencillo, con unas sardinas "a bras" exquisitas.

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