21 septiembre 2006

Álbum de fotos

Estas son todas las fotos que hicimos en Lisboa:

Lisboa
Jun 28, 2006 - 51 Photos

05 agosto 2006

Día 4 - Sintra

Lo primero que tengo que decir de Sintra es que es un pueblo precioso, lo más espectacular es el paisaje, muy montañoso, muy escarpado, muy verde. Nosotros llegamos a las 10 de la mañana y nos dimos un pequeño paseo, rodeando unas colinas, desde la estación de tren hasta el Palacio Nacional. Después pasamos el resto de la mañana en el Palacio da Regaleira y, después de comer, subimos al Castelo dos Moros y el Palacio da Pena. Fue como un día de senderismo con algún descanso para ver los palacios.

El Palacio Nacional está en el centro del pueblo, es muy característico porque tiene dos chimeneas enormes

Después del Palacio Nacional, descubrimos el Palacio da Regaleira, un palacete de verano con unos jardines impresionantes, en el que pasamos la mañana, en medio de una naturaleza exuberante, subiendo y bajando, entrando en pequeñas cuevas, descubriendo laberintos... incluso aprovechamos para comer nuestro Pic-Nic al pie de un minarete mozárabe.

Por supuesto, todo el pueblo está dominado por el Castelo dos Moros y el Palacio da Pena, y nosotros íbamos a visitarlos... El Castelo dos Moros es una antigua muralla que está en lo alto de una colina, se sube en autobús y es mejor ir sentado. Después de un poco de senderismo se llega a la muralla, espectacular, y puedes subir a las torres. Supongo que en un día despejado se puede ver hasta Cascais, nosotros solo pudimos ver algunos pueblos y, por supuesto, el Palacio da Pena.

Lo último que nos quedaba por ver era el Palacio da Pena, una especie de homenaje a distintos estilos arquitectónicos. Como la mayoría de los monumentos, este palacio es más bonito desde lejos. Cuando te acercas, parece un Lego, y no de los mejores...

26 julio 2006

Pastéis de Belém

¿Y los pasteles de Belém?

Me gustaría decirte qué es, cómo huele, a qué sabe... pero será mejor que vayas a probarlo. Nosotros lo tomamos templadito, y con canela por encima ¡qué rico!

Día 3 - Más Belém

¡Se me olvidaba! Antes de llegar a la Torre de Belém, hay una maqueta del primer avión que hizo la ruta Lisboa - Río de Janeiro. El avión está en el museo de la marinha, que tiene una colección preciosa: mapas, brújulas y astrolabios, maquetas, armas y armaduras, goletas... Nosotros entramos después de visitar una exposición de mosaicos en el musero arqueológico de Belém.

El Centro Cultural de Belém tiene un museo de arte moderno, pero después de visitar el Centro de Arte Reina Sofía en Madrid y el Centre George Pompidou en París, ya hemos visto todo el arte moderno que necesitamos en nuestra vida.

Día 3 - Portugalia

¿Y para comer en el barrio de Belém? Después de una mañana espectacular viendo monumentos, solo podíamos tener una comida espectacular.

Entre la Torre de Belém y el Padrão dos Descobrimentos hay una restaurante de la cadena Portugalia, nos sentamos en una terracita mirando al río y al monumento. Teníamos que porbarlo: una sapateira (cangrejo) y un arroz con camarao (gambas). El cangrejo pesaba 1.050 gr, las patas simplemente cocidas, el cuerpo.... ¡qué rico! Podíamos habernos ido sin probar el arroz, y la verdad es que ya habíamos tomado marisco, pero mereció la pena.

25 julio 2006

Día 3 - Belém

En Belém hay muchas cosas que visitar y un pastelito de nata que probar, quizás sea el barrio más espectacular y mejor conservado de Lisboa, aunque no le falta ese encanto lisboeta. Por cierto, fue la sede de una anterior exposición universal, en la que se construyeron el Monumento a los Descubridores y el Centro Cultural de Belém.

Consejo: compra la tarjeta "Lisboa Card". Para visitar el barrio de Belém, esta tarjeta es interesante porque incluye la entrada a los museos y monumentos (o un descuento) y el transporte público... y este día merece la pena.

Lo más impresionante: el monasterio de los Jerónimos. ¡Qué claustro! Y, sobretodo, qué exposición de la historia universal y de la historia de Portugal. En pocas palabras: mientras el reino de Castilla estaba enfrascado en la conquista de Granada y el viaje de Colón, Portugal bordeó la costa de África y llegó a la India. Un rey francés se preguntaba, y con razón, que en qué parte de la Biblia se repartía el mundo entre Portugal y Castilla.

El Monumento de los Descubridores es el homenaje de todo un país al Infante D. Enrique y a todos los hombres que participaron en la Epopeia de los Descubrimientos. La exposición permanente del Padrão dos Descobrimentos explica perfectamente la cronología de estos viajes, así como la evolución de la técnica y la participación de los más ilustres portugueses. Además, desde arriba se obtiene una vista impresionante del Monasterio de los Jerónimos... y de un mosaico espectacular en la base del monumento.

Otra de las visitas obligatorias en Lisboa es la Torre de Belém, una fortaleza defensiva en la desembocadura del Tajo. Nada más entrar a la torre, ya has retrocedido cuatro o cinco siglos. En la planta baja está la armería y la entrada a los calabozos, después hay una "terraza" que, además de vigilar el río, da acceso a las demás plantas de la torre: seis entre capilla, sala real, sala de audiencias... Por cierto, no creas que vas a subir en ascensor.

Día 2 por la tarde - Barrio Alto, Chiado y Carmo

Al salir del elevador de Santa Justa está el Convento del Carmo, que fue parcialmente destruido en el terremoto de 1755 y que actualmente es el museo arqueológico de Lisboa. Creo que este convento representa el espíritu de Lisboa: las paredes y el techo están casi caídos, pero dentro hay una vida cultural burbujeando... ¿Cuántos teatros hay en el Chiado? ¿Cuántas casas culturales o museos? Y casi todos en edificios que necesitarían una mano de pintura... (suspiro)

Continuando el paseo por el Barrio Alto, la primera parada obligatoria es la cafetería "A Brasileira"; es inconfundible porque tiene una estatua de Fernando Pessoa (ideal para fotos turísticas), pero lo importante es tomarse un café tranquilamente... Aquí fue nuestro primer encuentro con los pasteles de nata.

Luego, como no, ruta por los distintos miradores, con sus respectivas cuestas y sus imágenes impresionantes, algunas de la ciudad coronada por el Castelo de San Jorge, otras dominando la desembocadura del Tajo... Irresistible.

Antes de continuar con mi relato, una clase de geometría: la cuadratura del círculo es imposible, y las proyecciones de una esfera en un plano, imperfectas. ¿A qué viene esto? Pues muy sencillo, Lisboa es la ciudad de las siete colinas, es decir, que los planos engañan: las calles que parecen paralelas en el plano, en realidad se cortan.

Después de disfrutar de la puesta de sol en el mirador "", decidimos subir al de San Pedro de Alcántara. Por desgracia estaba en obras, pero ya que estábamos en lo más alto, decidimos ir al parque del príncipe. Como estábamos relativamente cerca, nos salimos un poco del circuito turístico para visitar la Asamblea, un palacio relativamente moderno y muy bonito. El problema vino al volver: el camino de vuelta era cuesta arriba, pero no encontrábamos otro camino para salir de allí, las calles del plano y de la realidad no coincidían.

Resuelto el problema de volver sobre nuestros pasos, la cena. Nuestra premisa para elegir sitios, gracias a los consejos de Rafa Plata, era fácil: si tiene la carta en varios idiomas, no entramos. En realidad esto es muy difícil, porque casi todos están en portugues y en inglés, pero lo importante es evitar aquellos que tienen la carta en 4 o 5 idiomas. Cerca de San Pedro encontramos un pequeño restaurante, familiar y sencillo, con unas sardinas "a bras" exquisitas.

Elevador de Santa Justa

Después de una comida ligera y un pequeño descanso, fuimos por la Vía Augusta hasta el elevador de Santa Justa... construido por un alumno de Eiffel. (foto)

No hay que quitar mérito ni romanticismo al elevador, pero es simplemente un ascensor entre la Baixa y el Carmo. Las vistas desde arriba son impresionantes, hacia el Castelo de San Jorge y el convento de San Vicente da Fora, y, como no, tiene una cafetería en la parte más alta. Ya comentaremos más adelante la ruta alternativa.

24 julio 2006

Día 2 por la mañana - Oceanario

Ya con una visión clara de Lisboa, gracias, sobretodo, a la oficina de información turística, la mañana del jueves la dedicamos a visitar el oceanario de Lisboa y a pasear por lo que fue la Exposición Universal de 1998. La verdad es que la zona está un poco lejos del centro histórico, pero, si organizas bien el día, puedes visitar también el Pabellón del Conocimiento, un museo de la ciencia, y darte un paseo hasta la Torre Vasco de Gama...

El oceanario es impresionante, la pena es que no tenemos ninguna foto decente (no se puede usar flash). El acuario principal tiene una estrella: una manta raya de más de 2 metros de embergadura, aunque también hay varias especies de tiburones, un pez luna (¡qué feo!) y varios bancos de peces (atunes y caballas). Además tiene un montón de pingüinos, algunas nutrias australianas y otros acuarios más pequeños, pero impresionantes, con peces de los distintos mares y océanos del mundo.

11 julio 2006

Día 1 - Llegada a Lisboa

Llegamos al aeropuerto de Lisboa a las 15.30, hora local, y parece que en todos los aeropuertos del mundo hay el mismo problema:

¿Para qué van a poner información clara y concisa de cómo llegar al centro de la ciudad?

Así que, como buenos turistas, nos subimos a un autobús turístico que costaba 3€, cuando el normal cuesta 0,75€... menos mal que tenía alguna ventaja: luego te podías montar en todos los autobuses y tranvías de Lisboa.

Nuestra pensión está en la Praça Figueira, en el barrio de Rossio, y encontramos una oficina de turismo bajando por la rua Augusta. Como ya era un poco tarde, lo que nos recomendaron fue coger el tranvía número 28 y disfrutar de Lisboa. Lo cogimos en dirección a Graça, y nos fuimos parando en cada monumento o mirador que encontrábamos. De hecho, la primera cerveza portuguesa, ¡qué rica!, fue en el mirador de Sta. Lucía, con el barrio de la Alfama a nuestros pies.

Esa tarde también visitamos el Castelo de S. Jorge, aunque no entramos porque era un poco tarde. Y subimos al mirador de Graça y al de Nuestra Señora do Monte. Preciosos.

08 julio 2006

Día 0 - ¿Por qué ir a Lisboa?

Antes de ir a Lisboa, tenía varias imágenes muy claras en mi mente: decadencia, la tristeza de un fado, una puesta de sol en la desembocadura del tajo... Y eso fue lo que me encontré: una ciudad que intenta resurgir, una capital que una vez dominó el mundo.

Cualquiera que me conozca sabrá que hay otro motivo: la gastronomía. Portugal es un país que vive por y para el mar, la leyenda dice que existe una receta de bacalao para cada día del año, y yo tenía que comprobarlo.

Además, no hay que olvidar que mantiene unas relaciones privilegiadas con las antiguas colonias (Brasil, Angola, Mozambique, Macao), por lo que la mezcla cultural es impresionante.

¿Y la historia de Portugal? ¿Por qué Portugal y España no forman una nación Ibérica? Durante los siglos XV, XVI y XVII, Portugal y España dominaron el mundo, se repartieron el globo: primero con el tratado de Alcazobas y después con el tratado de Tordesillas. El reinado de Felipe II lastró, de forma decisiva, tanto la economía de la península como de sus colonias, provocando a final del siglo XVII la independecia de Portugal y la de muchas de las colonias de ultramar. Después, la corona de Castilla pasó a los Borbones, mientras que Portugal estrechaba lazos con Inglaterra. Como dos hermanos que se han peleado, Potugal y España comparten una frontera de casi 1000 Km, con unas relaciones políticas y humanas casi inexistentes.... Una pena, desde mi punto de vista.

A pesar de la política, a pesar de las fronteras, no hay que olvidar que Portugal y España compartimos el origen celtíbero, la influencia del imperio romano, el visigodo y el musulman, y, sobretodo, compartimos la península Ibérica. Es más, hoy en día, no hay mucha diferencia entre Vila Real de Santo António y Ayamonte, o entre Extramadura y el Alentejo, o entre Bragança y Orense.